Ayer me pase todo el día enfrascado con mi estrategia de ventas, y eso que llevo dos semanas en ello, pero a veces uno se atasca, por mucho que lo intenta, nada valido le pasa por la cabeza. Así que ya hacia las 9 y pico de la noche decidí darme una vuelta por un centro comercial malagueño llamado Plaza Mayor para desconectar y enfriar mi cabeza.
Cuando llegue allí resulta que lo habían ampliado notablemente, además de la anterior zona de tiendas y bares, se le había añadido una enorme mole llena de tiendas de firma conocida atravesadas por calles peatonales donde pasear con la familia y los amigos. Y yo me dije a mi mismo: ¿Qué es lo que atrae a tanta gente a venir aquí? Un sitio al que no es muy accesible llegar (suele haber obras y no se llega siempre por el mismo sitio, aunque parece que ya han terminado), esta siempre muy lleno tanto para encontrar aparcamiento, como para moverse por su interior, son firmas famosas por tener muchos puntos de venta abierto por todo el país. Así que desconcertado no hallaba razón de porque, a pesar de todos estos puntos en contra, llenaba todo aquello hasta la bandera, y sobretodo, que era lo que sus técnicos de marketing hacían y que yo mismo pudiera utilizar para ganar clientes.
Mi opinión es que tratan de darnos a entender que el sitio es un paraíso tranquilo, cercano a la ciudad sin estar en ella y perfecto para hacer las compras que quieras sin que para ello tengas que desplazarte andando varias calles. Lo tienes todo allí, sin coches, sin distancias, con comodidades,… Y yo pensé: yo no tengo tanto poder adquisitivo como para crear esa imagen en la mente de tanta gente. No puedo permitirme pagar a una empresa de publicidad una campaña como la de este parque comercial.

Pues bien, si puedo. Vale, quizá no a tan gran escala, pero se que los empresarios pequeños tenemos la simpatía de la gente, mas que las grandes corporaciones, y creo que esto se puede utilizar para hacer de nuestras pequeñas empresas, grandes paraísos de servicios y profesionalidad.